Estamos en el año de 1471. En el reino de Castilla impera un clima de inestabilidad. Su rey, Enrique IV, es un hombre de carácter débil y fácilmente manipulable, que solo ha tenido una hija de su segundo matrimonio, la infanta Juana, cuya paternidad es puesta en duda por un sector de la nobleza, permanentemente enfrentada y dividida en facciones que pugnan por ganarse la voluntad del soberano. En la corte castellana preocupa la cuestión sucesoria y la posibilidad cierta de que a la muerte de Enrique estalle una guerra civil.
Es en este contexto cuando entramos en el terreno de la ficción y cuando uno de los boticarios que prestan sus servicios en la corte propone administrarle al rey un brebaje que aumente su virilidad y le cure de la impotencia que le aqueja. Pero para fabricar esta pócima mágica se necesitan ciertos polvos que solo pueden extraerse del cuerno de un unicornio y este animal es desconocido en tierras cristianas, pues solo se da en África.
No queda más remedio que organizar una expedición que marche a la caza del unicornio, una arriesgada misión cuyo mando se confía a Juan de Olid, escudero del condestable de Castilla. Los expedicionarios tendrán que atravesar desde Marruecos el gran desierto de arena e internarse en el país de los negros, en el que ningún cristiano ha puesto nunca sus pies.
Tapiz flamenco de la serie La dama y el unicornio
Con esta novela de aventuras, de ritmo nervioso, ambientada a finales del siglo XV y protagonizada por un personaje ficticio, Juan de Olid, Juan Eslava Galán obtuvo en 1987 el Premio Planeta.
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