A la isla de Terranova y a la península del Labrador, pertenecientes en la actualidad al Canadá, se acercaron durante siglos los pescadores o arrantzales vascos en sus barcos.
Iban hasta tan lejanas tierras a la pesca tanto del bacalao como de la ballena:
Bases permanentes
Tenemos constancia de que ya en el siglo XII los arrantzales capturaban ballenas en las aguas del País. A partir de entonces, el sector pesquero vasco, en particular el ballenero, iría creciendo, comenzando su flota a hacerse presente en Terranova, donde entraría en contacto con la población autóctona, los inuitas o esquimales.
En el siglo XVI los vascos fundaron sus primeras bases en Terranova, como la estación ballenera de Red Bay, que en realidad estaba en la península del Labrador, separada de Terranova por apenas un estrecho brazo de mar. En las inmediaciones de esta estación se han encontrado los restos de la nao San Juan, hundida en 1568, un barco ballenero construido en la localidad guipuzcoana de Pasajes en 1565 (la factoría marítima Albaola, situada precisamente en Pasajes, que cuenta también con un museo, ha construido una réplica de este barco ballenero).
Otro ejemplo de la presencia vasca lo encontramos en Placentia, que fue capital de la Terranova francesa entre los años 1664 y 1713, y uno de sus principales puertos pesqueros. Se afirma que la población, que actualmente tiene unos 4.000 habitantes, lleva ese nombre en honor a la actual Plencia, una villa costera vizcaína próxima a Bilbao. En su cementerio se han encontrado muchas lápidas con inscripciones en euskera. El que se considera el documento civil más antiguo escrito en Norteamérica es el testamento de Domingo de Luça, un ballenero vasco, que está fechado en 1563 y se guarda en el museo de Placentia.
En la esquina suroccidental de la isla existe hoy día una población que se llama Port aux Basques.
Iban hasta tan lejanas tierras a la pesca tanto del bacalao como de la ballena:
- El bacalao era apreciado por sus cualidades alimenticias. Los pescadores vascos pasaban en la isla de Terranova los meses de verano, limpiando y ahumando in situ sus capturas.
- De la ballena se extraía su aceite, que se utilizaba para alimentar las lámparas y que durante siglos fue el principal biocombustible.
Bases permanentes
Tenemos constancia de que ya en el siglo XII los arrantzales capturaban ballenas en las aguas del País. A partir de entonces, el sector pesquero vasco, en particular el ballenero, iría creciendo, comenzando su flota a hacerse presente en Terranova, donde entraría en contacto con la población autóctona, los inuitas o esquimales.
En el siglo XVI los vascos fundaron sus primeras bases en Terranova, como la estación ballenera de Red Bay, que en realidad estaba en la península del Labrador, separada de Terranova por apenas un estrecho brazo de mar. En las inmediaciones de esta estación se han encontrado los restos de la nao San Juan, hundida en 1568, un barco ballenero construido en la localidad guipuzcoana de Pasajes en 1565 (la factoría marítima Albaola, situada precisamente en Pasajes, que cuenta también con un museo, ha construido una réplica de este barco ballenero).
Otro ejemplo de la presencia vasca lo encontramos en Placentia, que fue capital de la Terranova francesa entre los años 1664 y 1713, y uno de sus principales puertos pesqueros. Se afirma que la población, que actualmente tiene unos 4.000 habitantes, lleva ese nombre en honor a la actual Plencia, una villa costera vizcaína próxima a Bilbao. En su cementerio se han encontrado muchas lápidas con inscripciones en euskera. El que se considera el documento civil más antiguo escrito en Norteamérica es el testamento de Domingo de Luça, un ballenero vasco, que está fechado en 1563 y se guarda en el museo de Placentia.
En la esquina suroccidental de la isla existe hoy día una población que se llama Port aux Basques.
Los inuitas o esquimales
En verano, viven en campamentos de tiendas hechas de pieles y se alimentan fundamentalmente de pescado crudo; el resto del año, cuando llegan los fríos, viven en iglús o pequeñas casas de hielo que construyen ellos mismos.
Al final del verano, los varones marchan a las tierras más al norte, armados de arcos, flechas y arpones, y acompañados de los huskys, sus perros, a la caza del caribú, que es el nombre con que se conoce al reno en estas latitudes. La carne de este herbívoro es prácticamente el único alimento de los inuitas en los largos inviernos.
Los inuitas tienen su propia lengua, el inuk o inupik. No les gusta que se les llame esquimales, pues se trata de un nombre que les dieron otros indios y significa los que comen carne cruda.
Bambulo
En uno de sus cuentos, Bernardo Atxaga nos narra la historia de Urkizu, un joven marinero de quince años, que en un pesquero vasco llega a finales del XIX a Terranova, tierra que entre los vascos era entonces conocida como Ternua. Allí convivirá durante un largo invierno con los inuitas y compartirá con ellos el hambre, el frío y sus costumbres.
En su cuento Atxaga nos recuerda la siguiente canción que entonaban los pescadores vascos, en recuerdo de las correrías de sus antepasados por las frías y lejanas tierras de Terranova:
Ternuan dira salbaiak
ere iskimau etsaiak,
giza bestia krudelak,
hilik jaten marinelak.
Uda luzean Ternua
marinelen infernua,
herrian paradisua,
bai azken errepausua.
En Terranova hay salvajes,
enemigos esquimales,
crueles bestias humanas
que matan y comen marineros.
En el largo verano Terranova
es el infierno de los marineros,
en el pueblo natal espera el paraíso
y también el último reposo.
Enlaces
Los vascos en Terranova (artículo de El País)
Albaola - La Factoría Marítima Vasca
Los balleneros del norte (una serie de RTVE)
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