habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Kommunist.
Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Sozialdemokrat.
Als sie die Gewerkschafter holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Gewerkschafter.
Als sie die Juden holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Jude.
Als sie mich holten,
gab es keinen mehr, der protestieren konnte.
Cuando los nazis vinieron a por los comunistas,
yo me callé;
no era comunista.
Cuando encerraron a los socialdemócratas,
yo me callé;
no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a por los sindicalistas,
no protesté;
no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no protesté;
no era judío.
Cuando vinieron a por mí,
no quedaba nadie que pudiera protestar.
Este poema de denuncia de la indiferencia y el silencio cómplice frente a las atrocidades del nazismo se atribuye a veces erróneamente a Bertolt Brecht; su auténtico autor fue el pastor luterano y teólogo alemán Martin Niemöller (1892-1984). Parece que no se trataba originariamente de un poema, sino de un sermón que Niemöller pronunció en Kaiserslautern en la Semana Santa de 1946, tras la derrota de Alemania en la guerra.
Niemöller apoyó inicialmente los planteamientos nacionalistas de Hitler. Reaccionaría contra el nazismo en 1933, a raíz del ascenso de Hitler al poder y el decreto por el que se establecía el control del Estado sobre la Iglesia protestante, imponiendo a esta última la exclusión de todo creyente con ascendencia judía. En 1937 sería arrestado por sus críticas al régimen, permaneciendo hasta 1945 recluido en los campos de concentración de Sachsenhausen y Dachau.
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