miércoles, 5 de febrero de 2014

Otra forma de viajar

Ya en 1920, Unamuno, en un artículo que luego formó parte de su libro Andanzas y visiones españolas, se hacía las siguientes reflexiones:
 
Y así, en aquella bendita Edad Media, la gente viajaba más que ahora viaja y pasaba por sitios que hoy nos resultan retirados, remotos y casi inaccesibles.
En cierto sentido entonces, cuando era más lento el viajar, se viajaba más de verdad, se recorría más de veras el camino. El romero o peregrino medieval conocía mucho mejor el país porque viajaba más que un turista moderno. Hoy cabe atravesar toda una nación dormido y sin conocer ni una sola palabra de la lengua que en ella se hable. Hoy el camino es un puro medio y se va a devorarlo o suprimirlo en lo posible, atento al fin del viaje. Fin que tampoco suele importar mucho. Entonces, lo interesante, lo vivo era el camino.
 
 
 
 
Las palabras finales de Unamuno nos recuerdan aquella frase de El camino es mejor que la posada y que don Quijote decía a su fiel Sancho.
 
Cabría preguntarse qué opinaría Unamuno sobre nuestro frenético estilo de vida, sobre el tren de alta velocidad, sobre las áreas de descanso a pie de autovía...

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