El filósofo y profesor Emilio Lledó ha publicado recientemente Los libros y la libertad, una recopilación de varios textos ensayísticos y conferencias de su cosecha, en la que se declara un enamorado de los libros
Se apasiona Lledó al elogiar lo que simboliza el libro, entendido el libro como libro físico o de papel. Los libros representan ese "inagotable universo de la lectura y de las ideas", se erigen en vehículo de cultura y en vínculo con el pasado. y vienen también a ser "los recipientes donde reposa el tiempo".
Como gran intérprete del pensamiento de la Grecia clásica, Lledó entiende que los gobernantes idóneos tendrían que ser los mejor educados y los más cultos, aquéllos a los que más sacrificios tendría que exigirles el pueblo al que representan. Nos recuerda que Platón, en su diálogo Las leyes (s. IV a.C.), conmina a los políticos a apartarse del oro y de la plata. Opina Platón que "si así proceden, salvarán a la ciudad". Por el contrario, "si se lucran y adquieren tierras, casas y dinero se convertirán en administradores tramposos y pasarán a ser enemigos de los ciudadanos y déspotas".
A buen seguro muchos de nuestros actuales políticos se reirán a mandibula batiente de estas ideas platónicas sobre la política.
Los libros nos dan, cree Lledó, una lección de humanidad, responsabilidad y libertad. Cuanto más leamos los ciudadanos y mayor sea nuestra instrucción, más difícil será que nos embauquen los hombres de partido y los regímenes mantenidos por las oligarquías económicas y religiosas, que buscan fomentar la incultura y la manipulación. Los "buenos libros", concluye, siempre han repugnado a los inquisidores.
Otras obras de Emilio Lledó:
- El surco del tiempo.
- Elogio de la infelicidad.
Fuente: Artículo publicado en el suplemento Babelia de El País de 31/08/2013, firmado por Luis Fernando Moreno Claros.
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